Wednesday, September 14, 2005

Reencuentros



Suena raro, pero a veces es necesario la distancia para acercarse... aunque pensándolo bien no es tan raro, pues es sabido que a veces separarse un tiempo sirve para afiatar los lazos. Si bien uno siempre dice que la familia es lo primero, también es verdad que la familia uno no la elige, al contrario de los amigos, pololos, amantes, esposos.

Con mi hermana siempre fuimos como el perro y el gato... o más bien, un gato contra un gato chico, ya que confieso que siempre, a veces en secreto, la he admirado. De chica le decíamos "la mandona", porque como era la mayor de todos, era la que dirigía el circo. Pero yo feliz acataba órdenes (siempre lo he hecho, es más, ahora trabajo de secretaria-asistente)... dejé que le cortara el pelo a mi muñeca, que jugara a la peluquería conmigo (lo que también incluía cortes a lo "manolito" de Mafalda), que me pintara la cara y me llevara al centro, que me diera jugo Blackie (puaj!!), etc... y yo me entretenía. Ya la adolescencia marcó cambios y las peleas físicas pasaron a ser peleas "emocionales", osea: no te hablo, no te pesco, yegua pesá, pendeja odiosa, creída achorada, perna aburrida, etc... combos iban, combos venían.

Cuando se fue a vivir a Barcelona la eché de menos. Le mandé miles de cartas, y otras miles le escribí sin la intención de mandárselas. Ella también me escribió de vuelta. Me extrañó, lo sé, jeje. Después se fue a vivir sola, y para mi se convirtió en panorama el que ella nos viniera a ver a la casa, o que yo fuera para allá. Después se casó, y desde entonces ya la considero mi hermana-amiga, porque me apoyó cuando estuve mal, y me integró a su nueva familia (hasta llegué a tener mi pieza cuando no tenía auto para volver a la casa). Ahora tiene un hijo que es "el niño de sus ojos", y de los míos... hoy ando feliz con un chupón en el cachete por su culpa. Me encanta ir para su casa y verlos a los dos, bueno, y a mi cuñado también claro, porque aunque es difícil, es una excelente persona.

Ayer salimos con mi hermana y sus amigas al Liguria de Thayer Ojeda (cuento aparte el lugar), y una de sus amigas nos preguntó si siempre habíamos sido amigas... bueno, ahora lo somos, y me gusta eso.

6 Comments:

Blogger Vero said...

Cuqui:
No sabes lo que me emociona leer lo que escribes y lo feliz que estoy de tenerte cerca. Me encanta que estés siempre y me llena completamente, la forma en que quieres al Tobías. De verdad.
Tal vez la distancia nos hizo un tremendo favor, como tú dices, pero por estos días, no hay nada que me haga más feliz que cuando te apareces en las tardes por mi casa (que es tuya cuando la necesites).
Te quiero mucho, y también te admiro porque sé, que muchas veces las cosas no te han sido fáciles. Te veo salir adelante, feliz con tu vida y eso me llena de alegría.
En las tardes, te echo de menos cuando no vienes, y auqnue tú no sabes, me gusta tanto como Pblo habla de ti, siempre con pablabras buenas.
Me gusta reirme contigo, conversar, o solo estar. Eres una persona con la cual el puro hecho de estar es un placer.
No nos separemos más.
Mil abrazos
Tu hermana
v.

9:37 AM  
Blogger F. Ortega said...

snif
me dieron ganas de llamar a mi hermana
va a ser madre x segunda vez
se llama dominga la pilmecita
yo
bueno, a mi me alta para ser papá... creo

5:28 PM  
Blogger Shidi ! said...

Qué lindo... con mi hermana siempre hemos sido muy hermanas, pero con los años nos hemos puesto más mañosas y nos hemos distanciado un resto. Pero ella sigue siendo la que está ahí cuando lo he pasado realmente mal, y viceversa. Es algo con lo que no se puede romper. Yo la admiro a ella y ella me admira a mí. Nadie me conoce como ella, y nadie entiende (por muchas explicaciones que pueda dar), cómo han transcurrido mis 23 años de vida.
salu2, y felicidades por la recuperación (y mantención) de la hermandad.
Shidi !

10:17 PM  
Blogger Mexxe said...

Gran post, chicas. Yo tengo también un ahermana menor a la que le casqué lo suficiente para someterla durante toda nuestra infancia. Lo hice por su bien, ya que con nueve meses de diferencia, es claro que yo sabía más de la vida que ella... ;-)
También tengo un hermano, al que también le casqué para que aprendiera a respetar a sus mayores y para enseñarlo a ser un hombre de bien.
Por suerte, ninguno de los dos ahora ha tenido nada que "enseñarme", ya que si quisieran, me devolvían mis "lecciones" con creces.
Es fabuloso tener hermanos... y es fabuloso saber decirlo tan bien como tú en este blog.

7:38 PM  
Blogger camafeo said...

uuuuffff, las hermanitas emoción. Ambas me tienen a moco tendido leyéndolas. Qué manera de escribir con sentimiento. Que emoción leer a gente que se disfruta de esa manera.

Bueno, yo tb tengo una hermana. Con ella hemos sabido ser amigos. Ella siempre está ahí cuando necesito conversarle, pedirle consejos, etc. Y yo también estoy ahí para ella, si quiere salir, conversar, comprarse ropa (soy un gran asistente), o para que le cocinen algo rico.
La quiero muchísimo. Es una de mis mujeres preferidas. La admiro montones, es total. Espero no estar nunca tan lejos de ella.

Saludos Cuqui.

10:08 PM  
Blogger Leonardo Meyer said...

Que emoción, Cuqui... Snifff
Mis hermanos son taaaan mayores que a veces se acepta el "alejamiento"...

Me pondré hoy mismo en campaña para juntarnos... somos 5... ¡Cómo no lograré juntar a tres por lo menos!!!!

Muy buen blog, el mío re100 parte. Dale una mirada en leomeyer.blogspot.com

Chau

Leo Meyer

12:30 PM  

Post a Comment

<< Home